El folleto occidental es tripartido por dos pilastras que enmarcan la porción central que se eleva en altura con respecto de las dos laterales, prometiendo en fachada la división en naves del interior. Una secuencia de arquillos colgantes, que apoyan sobre repisas con motivos vegetales, cierra la parte superior. Al centro de la fachada se abre el portal mayor architravato, encuadrado por dos columnas de mármol con capiteles corintios que sustentan una cornisa aggettante. Sobre de ella, en eje con las columnas, son puestas las estatuas de los San Patrones Nicola y Sabino. Al centro de la composición, se abre un nicho que acoge la estatua del asumida.
A los lados, en correspondencia de las naves laterales, se abren dos portales de dimensiones reductos señalados por la presencia de dos columnas sobre que, capiteles corintios, sujetan un tímpano a arco partido. Las aberturas se reparten simétricamente sobre la fachada: un rosetón de menor dimensión, oculo, encuentra alojamiento en la parte alta del folleto bajo la cúspide. El gran rosetón es definido en la mitad superior por un rico marco a trigos de rosario sobre que son apoyadas esculturas zoomorfas y fitomorfe (acroteri). El dibujo a aureola de la parte interior remonta a la restauración efectuada en los años treinta del siglo pasado que ha reemplazado el anterior aperura mixtilíneo de gusto barroco.
El folleto septentrional es recalcado por una serie de profundos arconi ciegos sobre que se asoman elegantes esaforati (aberturas dividieron por pilastrini constituido por seis monofore con arcos de medio punto sobre columnitas y capiteles a muleta), interrumpido visualmente de la presencia de la maciza estructura del Trulla: edificio utilizado como baptisterio hasta el siglo XVII, cuando el arzobispo Ascanio Gesualdo la hizo destinar a sacristía. Superada el Trulla se puede ver, de manera muy escorzada, el folleto septentrional del transepto. En la parte basamentale se leen tres grandes arcos ciegos en cuyo specchiatura son colocados ulteriores arcos ciegos binati en que se abren para arriba finestrelle cuadrangulares cerrados por losas de piedra horadada. Esta manera de tratar las superficies mural, muy difuso en el lenguaje románico, incluso no teniendo una precisa función estructural, hace más ligero el aspecto de la pared. En la parte superior se posicionan dos órdenes de bifore y aún más para arriba, bajo los salientes de la cúspide, es puesto un rosetón con un rico marco que promete en la faja central un motivo a trigos de rosario.
El compacto folleto oriental fue caracterizado antiguamente por la presencia de los dos altos campanarios puesta a las extremidades Norte y sur. Aquel de izquierda vino abajo ruinosamente en el' 600 a causa de un terremoto y no fue reedificado más, mientras que aquel de derecha ha sido completamente reconstruido en los años 1948 -50. La parte basamentale retoma el motivo de los arcos ciegos ya descrito en el folleto septentrional, interrumpido al centro de la presencia del ventanal absidal. Este se caracteriza para el rico aparato decorativo que lo enmarca con motivos a los giras vegetales y de la presencia de dos repisas sobre que son puestos dos elefantes stilofori que sujetan sobre las espaldas columnitas octagonales con capiteles figurados. Al de sobre de los capiteles dos seres fantásticos, una esfinge a la derecha y un grifo a mano izquierda, hacen de base a un arco con fuerte proyectura ricamente impresa en el intradós, parte interna del arco. La frente oriental se caracteriza por un último elemento que ata tipologicamente la fábrica sabiniana a aquel nicolaiana, vale a decir la presencia de los ábsides englobada dentro de la albañilería. Al contrario de otros ilustres ejemplos como aquel de Trani, también la Catedral de Bari, como aquel de Bitonto o de Giovinazzo, deriva directamente del modelo de la fábrica del San Nicola donde los ábsides son escondidos dando al edificio un carácter macizo y compacto.
El perímetro de la Catedral se cierra con el folleto meridional, completamente parecido a aquel septentrional, con los profundos arconi ciegos, el esaforato completamente reconstruido durante las restauraciones de los primeros del' 900 y la cadera del transepto sobre que deben ser notadas las cuatro repisas zoomorfas con bases de columnas stilofore del siglo XIII que avanzan a los lados de los bifore del orden inferior.
La tripartición de la fachada occidental vuelve a llamar la instalación planimétrica a tres naves del interior. El transepto, inscrito en la planta, es girado ligeramente quizás con respecto del eje longitudinal de las naves a causa de vínculos urbanos o a estructuras preexistentes. Tres ábsides, en eje con las naves, cierran a oriente el edificio. Dieciséis columnas, ocho por lado, separa la nave central de las dos laterales. Sobre de ellas capiteles corintios en emplaste, rehechos en estilo románico durante las restauraciones de los años treinta del Novecientos, sujetan los grandes arcos a doble abrazadera por encima de la que se asoman las tríforas de los falsos matronei.
Al de sobre de los matronei los monofore del cleristorio dan luz a la nave central. Al de bajo de las tríforas de los matronei son visibles las huellas de las repisas que sujetaron los camminamenti en cuota que corrieron a lo largo de todo el perímetro interior de la Catedral. Una escalinata vallada por una balaustrada de piedra calada introduce, por un amplio arco de triunfo, en la zona presbiteriale. La cúpula, situado por encima del presbiterio apoya sobre un tambor de dieciséis lados que a su vez es mediado por un octágono con cuatro cofias emisferiche.
Al centro del presbiterio se eleva sobre tres peldaños el tabernáculo de Alfano de Termoli, siglo XIII, que encuadra el altar mayor. Demolido en el' 700, fue completamente reconstruido por el arquitecto Schettini, en parte con elementos originarios. A derecha, entre ella sexta y la séptima columna es colocado el ambone, también ello recomponido reutilizando trozos originales.
La cripta, situado debajo del transepto, como toda la catedral fue reexaminada en llave barroca en el 1738 a obra del arquitecto Domenico Antonio Vaquero sobre comisión del arzobispo Muzio Gaeta. Hoy es el único testimonio de aquella fase dieciochesca siendo salvada a la radical expoliación que el edificio padeció a partir de los primeros del' 900 cuando fue restablecida de ello la presunta imagen medieval. La cripta es dividida en trentasei ido tirando cuadrangulares, con dirigen de ello a crucero, definido por veinticuatro columnitas dispuestas sobre tres expedientes, encamisáis en los revestimientos marmóreos barocchi. Los dos ábsides menores presentan frescos fragmentarios del siglo XIV-XV. Actualmente hay tres altares de que aquel mayor le es dedicado a San Sabino. De este altar soy que admirar el festón alrededor de la rejilla, el peldaño alegremente calado y los elegantes estilemas de mármol blanco, comparables con los altares de San Giacomo.
De un porticina situado sobre el tramo de derecha que baja a la cripta, se accede a la vasta área ipogea del succorpo de la Catedral. El entorno es constituido por mucho vanos que se extienden por gran parte de la superficie de la iglesia superior y en algunos también tratas al exterior. Recorriendo las salas ipogee, devolvéis a la visita de algún año (2009, es posible manera un viaje en el tiempo hasta la ciudad romana. Las excavaciones arqueológicas y las restauraciones han permitido de definir de manera más clara el stratigrafia de las estructuras, colocando cronológicamente los episodios históricos que me he succeduti en este área. Es posible localizar cuatro fases principales:1) fase romana y tardoantica, EL-V sec.). A esta fase pertenecen dos albañilerías paralelas constituidas de grandes curtidos de calcarenite que definen un hueco de unos 22 metros por 3, ligeramente giráis con respecto de la orientación de la iglesia actual. Esta fase han sido adscritas a también otras dos albañilerías menores, dos cubetas, un lacerto de mosaico polícromo a motivos geométricos en tejer calcáreas, guijarros y fragmentos de terracota y un breve rasgo de calle adoquinada. 2) fase tardo antigua y altomedievale, V/VI-XIS sec.). Presencia de una primera basílica constituida por una nave central absidata anchos 7 metros y dos naves menores de 4 metros. La iglesia engloba un sepolcreto compuesto por cuatro tumbas a caja en calcarenite. En el entorno occidental, cortado por el muro de fundación de la fachada actual de la Catedral, es visible una rica pavimentación a mosaico. Al centro de ello es representado un gran círculo, definido por una cinta a dos jefes que encierra un cuadrado con al centro un motivo a esterilla. De los rincones del cuadrado otros se originan cuatro cuadrados más pequeños que se entrelazan, por una cinta anaranjada, con elementos circulares. Más allá del disco central, la pavimentación presenta motivos a pelte, con tacos claros contorneados por una línea de tejer anaranjadas. Importante por la historia de la catedral y la entera ciudad es la inscripción en latín en que es recordado un obispo Andrea y el cliente Timoteo, que financia la obra para desatar un voto. Sobre los tres lados de la pavimentación comparece una faja ornada por animales marinos y motivos florales. Sobre el extenso septentrional del entorno son presentes decoraciones con motivos geométricos y rodeas que se intersecarse y, hacia este, piezas de mosaicos a octágonos conectados de cuadrados. 3) edad medieval, 1034-XVES sec.). A este período se hacen remontar los muros perimétricos y los pilares del succorpo, que componen el gran entorno se vuelto a crucero y que suplen de fundación de la iglesia superior. 4) Edad moderna y contemporánea, XVI-XXES sec.). Es el período en que se preparan los espacios subterráneos por la creación de un sepolcreto.
Desde el Aeropuerto internacional Karol Woityla de Bari tomar Viale Enzo Ferrari en dirección de la carretera provincial Strada Provinciale 204/Viale Gabriele d’Annuncio/SP204. Tomar Viale Europa y Via Napoli hacia Via S. Francesco d’Assisi en Bari. Incorporarse a la carretera nacional SS 16 y tomar la Salida 4 en dirección Bari centro/puerto. Continuar por Via Napoli y luego tomar Via San Francesco d’Assisi. Conducir hacia Piazza Federico II di Svevia.
Tomar E843, Viale Giuseppe Tatarella y luego Sottovia (Paso Inferior) Giuseppe Fillippo hacia Via Napoli en Bari. Continuar por Via Napoli y conducir hacia Federico II di Svevia.
Cerca del castillo llegan las líneas de autobús AMTAB 3-12-12/-21-35
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