La Casa de Niccolò Piccinni en el Vico Fiscardi se extiende en un pequeño patio donde una escalera externa lleva a la entrada de la primera planta. La vivenda se desarrolla en tres niveles, entre espacios estrechos y largos, una extensión de casi cuatro metros y una profundidad de más de treinta metros. Desde la Piazza Mercantile se accede a la planta baja donde cuatro espacios se extienden en toda su longitud mientras que en la primera planta encontramos cinco espacios y un patio de forma cuadrangular en el que hay una escalera que lleva a la segunda planta. El edificio, además de su valor histórico por haber visto nacer al músico barese, es interesante por su estratigrafía que han vuelto a la luz gracias a las restauraciones realizadas en los años ochenta. En la parte central del edificio se encuentran los cimientos de una casa-torre medieval de planta cuadrangular, con la mampostería divididas en bloques de piedra caliza.
La presencia de esta estructura, totalemente integrada a los cuerpos de los edificios que las rodean permite dar la idea de cómo la ciudad medieval se fue transformado con el paso los siglos. Un atento examen de las fachadas de la Casa Piccinni certifica esta huella, así como otros ejemplos presentes en el centro histórico. La fachada da a la Piazza Mercantile y a simple vista puede ser engañosa porque se presenta como una fachada unitaria. Sin embargo, si se observa mejor, es posible destacar como ésta sea el resultado de una disposición de fines del siglo XIX, a los que se integraron los bloques ya existentes, intentando regalar una homologación y un estilo arquitectónico coherente. La heterogeneidad de los materiales, las dimensiones variables de la mampostería, la tendencia irregular de los espacios, la presencia de arcos peraltados en su interior y los rasgos en las fachadas son pruebas evidentes de la sucesión cronológica de las estructuras que fueron incorporadas, rellenado los espacios libres que la ciudad medieval más rala. El edificio corrió el peligro de ser derribado por el “Piano regolatore e diradamento edilizio” (Plan Urbanístico y de clareo de construcciones en la ciudad vieja) diseñado por el arquitecto Concezio Petrucci en 1930, el que contemplaba la demolición de importantes zonas del antiguo tejido urbano. Por suerte, predominó la atención al valor histórico y cultural de los sitios. Por eso, se consideró otro plan que habría dejado invariables las tendencias del cortinaje y de las calles. La voluntad de convertir el edificio en una casa-museo dedicada al compositor permitió que, a partir de los años Ochenta, se llevaran a cabo unas operaciones que duraron casi dos décadas. El proyecto para devolver la casa natal de Piccinni a la ciudad, realizado por el arquitecto Mauro Civita, consistió en la demolición de tabiques y de elementos innecesarios, la reconstrucción del techo y de las partes más antiguas. Hoy (2016) no es posible visitar el Museo por motivos puramente administrativos.
Desde Viale Enzo Ferrari, seguir en dirección de Strada Provinciale 204/Viale Gabriele d’Annunzio/SP204. Tomar Viale Europa, SS16, Via Napoli y Corso Vittorio Veneto hacia Piazza Mercantile en Bari. Continuar por Lungomare Augusto Imperatore. Piazza Ferrarese está a la derecha. Seguir a pie hasta Piazza Mercantile.
Desde el puesto de peaje Bari Sud de la Autopista A14 tomar E843, Viale Giuseppe Tatarella, Sottovia Giuseppe Filippo, Via Brigata Regina y continuar por Lungomare Augusto Imperatore hacia Piazza Mercantile en Bari. Piazza Ferrarese está a la derecha. Seguir a pie hasta Piazza Mercantile.
Cerca de Piazza Ferrarese (para ir a Piazza Mercantile se necesita seguir a pie) llegan las líneas de autobús AMTAB 2-4-10-12-12/-21-35
Lungomare Imperatore Augusto-Corso Vittorio Emanuele
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